lunes, 16 de junio de 2014

Odysée

Dime tú cómo he de empezar cada verso que escribo, que eres exclamación sino pausa de cada arteria que me recorre y que ahora el cielo, colapsado por nubes que trajo el viento a su placer, me traen al más profundo de los mares que provoca tu existencia. Corre más allá de lo que las aves han dicho y grita que el mundo es aún infinito y hermoso. Pero aunque el sol puede haberse ido, tú sigues siendo casi celestial.